“Los niños no deben ser víctimas de esta violencia. Los niños no se tocan. Esto no puede volver a pasar.” Secretario de Gobierno Ricardo Caicedo Quintero.
Palmira está de luto, la comunidad de Palmira vive uno de los episodios más tristes de su historia. El pasado viernes se realizó el funeral de Julieta, una niña de tan solo 2 años que perdió la vida tras ser alcanzada por una bala perdida cuando estaba con su padre en el barrio El Sembrador de Palmira, según las autoridades se les acerco un joven que les disparó en varias ocasiones, sin importar la presencia de la niña, el objetivo era solo acabar con la vida del hombre según indicaron medios locales.
Entretanto el joven aprehendido, un menor de 16 años que fue quien disparó contra la niña y su padre, deberá responder ante la justicia.
El sepelio se llevó a cabo en el Cementerio Central de Palmira, en medio de lágrimas, oraciones y un silencio que decía más que mil palabras. La despedida de Julieta fue un acto de amor y de resistencia frente a la violencia que enluta al municipio.
Julieta se ha convertido en un símbolo de inocencia, de paz, y en un recordatorio doloroso de la urgencia de proteger a la niñez. Su memoria quedará grabada en cada rincón de Palmira como un llamado a la conciencia y al cambio.